Se ha descubierto que las baterías de los portátiles modernos son tan ‘hackeables’ como cualquier dispositivo informático tras examinar las baterías de los MacBooks, MacBook Pro y MacBook Air y los ataques pueden ser mucho más difíciles de detectar.Las baterías de los portátiles Apple contienen su propio firmware y controladores para gestionar el nivel de energía y regular su nivel calorífico para mantener una temperatura segura.
Los métodos de ataque son numerosos y peligrosos desde implantación de programas maliciosos ocultos consistentes controlando el equipo incluso tras la limpieza del sistema hasta que no se cambie la batería, no permitir su recarga o impedir la regulación del calor con el consiguiente grave problema físico en el ordenador.
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