El Sony Vaio Z VPCZ21V9E es la última maravilla de la casa japonesa, diseñada con mimo por sus mejores ingenieros y presentada como una demostración de poderío tecnológico.
Trae integrado un procesador Intel Core i7 de última generación en un equipo que no supera los 17 mm. De grosor y pesa 1,1 kilogramos, construido con materiales de alta calidad.
Este ordenador esta diseñado para usuarios que buscan un ultraportátil de alto rendimiento, capaz de ejecutar aplicaciones pesadas o mover escenarios multitarea sin ningún problema.
El teclado, de perfil fino, no ofrece las sensaciones que esperamos. Aunque el producto que nos ha enviado Sony no es una versión comercial (es posible que lo afinen en los modelos que saldrán al mercado) nos hemos encontrado con un tacto poco preciso y un retorno desigual, por debajo del nivel que esperamos en un hardware de esta categoría.
En el interior del equipo encontramos, sobre una placa base propietaria y exclusiva, un procesador Intel Core i7-2620M funcionando a 2.70 GHz (puede llegar hasta los 3,4 GHz en caso necesario gracias a la tecnología Turbo Boost), 8 Gbytes de RAM DDR3 1.333 MHz (en dos módulos) y el sistema gráfico integrado HD 3000 de Intel.
La resolución nativa es de 1.600 x 900 píxeles, una auténtica barbaridad que resultará incluso excesiva para algunos usuarios -no es nuestro caso-, aunque siempre se puede subir el tamaño de los iconos y las fuentes de Windows.
La conectividad del equipo se ve comprometida por su pequeño tamaño: ofrece dos puertos USB 3.0, salida HDMI, conector Ethernet, salida de audio, VGA y lectores de tarjetas para SD, MMC y Memory Stick. Toda la parte frontal está ocupada por una batería de polímeros de litio que ofrece una autonomía estimada de 7 horas, una cifra que se queda en unas 5,5 de uso real.