Es un portátil pequeño, de tan sólo 11,6 pulgadas de pantalla, pero sus
prestaciones están a la altura de los ordenadores punteros. Tiene el hardware de ordenadores punteros, aunque en
un tamaño muy reducido.
Su pequeña pantalla de 11,6 pulgadas tiene una resolución
de 1366 x 768 píxeles, que es lo que llamamos HD.
Una buena
resolución, sobre todo para una pantalla de este tamaño, pero lejos de lo que
llamamos Full HD,
que alcanza los 1080 puntos de ancho.
Es un ordenador potente porque va a ser muy difícil que se bloquee. Para que
el ordenador vaya ligero y no nos desesperemos delante de la pantalla son
importantes tres factores.
El Mountain F-11 cuenta con un procesador Intel Core i7 de la nueva
generación Ivy Bridge. El procesador promete un rendimiento de 2,3 Ghz gracias
a sus cuatro núcleos de procesamiento.
En cuanto a la memoria RAM, el equipo dispone de 8 GB de memoria DDR3
un valor suficiente y adecuado al tipo de procesador.
El otro factor importante es un disco duro de acceso rápido, y en
este caso cumple bastante bien, y es que de hecho no hay disco duro. En
su lugar cuenta con un módulo de memoria sólida de 128 GB.
Los inconvenientes de la memoria SSD son
evidentes. Su capacidad de almacenamiento es más reducida. En
este caso contamos con 128 GB. Una cantidad suficiente para
el día a día y almacenar el sistema operativo y una buena cantidad de archivos.
El
Montain F-11 está acabado en gris oscuro y con formas cuadradas. Recuerda a
equipos de otra época, y no parece en absoluto un ordenador de especificaciones
punteras.
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